Hace unas semanas un video que circulaba por redes sociales comenzó alarmar a las comunidades de Chiloé. El registro mostraba aguas servidas siendo expulsadas al mar desde un bote perteneciente a la empresa salmonera chilena-noruega, Cermaq Chile S.A. Con más de 10 centros de cultivos y plantas tratadoras en la Isla de Chiloé, no es la primera vez que esta empresa opera fuera del marco legal, también fue noticia el aumento de uso de antibiótico en sus salmones atlánticos, donde aumentaron de 234 a 320 g API, según consignó la Iniciativa Global Salmón (GSI) durante el periodo 2019-2020.

Esta sociedad, perteneciente a Mitsubishi Corporation, extendió sus hectáreas de producción hasta la prístina y remota Región de Magallanes y de la Antártica Chilena, ubicándose principalmente en el Seno Skyring de la comuna Río Verde, puerta principal de la Reserva Nacional Kawésqar. En dicho lugar, Cermaq Chile S.A cuenta con un total de 8 centros de cultivos, los cuales tampoco han cumplido con su misión de sustentabilidad y también peligran en materia de legalidad. 

Según dicta la ley, el uso comercial está prohibido en Parques Nacionales y Monumentos Naturales. Sin embargo, y en una enredada definición de conceptos, la implementación de salmonicultura está permitida en las Áreas Naturales Protegidas (ANP) o Reservas Nacionales, siempre y cuando cumplan con estándares del plan de trabajo de dichos lugares. La parte compleja de entender -más bien de comprender- es que se menciona en el artículo Nº1 de la Ley 18362 que los objetivos de las ANP son la conservación de la diversidad ecológica natural de nuestro país. Sin embargo, es de conocimiento común que los salmones son una especie introducida que amenaza el propósito de cuidado y conservación estipulado legalmente. Según menciona Ignacio Martínez, abogado de Fundación Terram, al medio Mongobay: “la definición de reserva nacional es incompatible con la salmonicultura porque no corresponde a la utilización de una riqueza natural”.

Retomo el caso de Cermaq Chile en Magallanes. Luego de entender con más detalle el panorama socio-legal en que operan las salmonicultoras, me encontré con que la empresa fue notificada en Mayo del presente año de que se iniciaría un proceso sancionador por haber provocado una grave infracción. La historia inicia en Septiembre del 2019, cuando el centro de engorda Unicornio -ubicado en las pequeñas islas que llevan el mismo nombre en el Seno Skyring- tuvo la sorpresiva visita por parte de entes fiscalizadores de la Superintendencia de Medioambiente de la Región, quienes luego de inspección y constatación de hechos demoraron ocho meses en entregar el Informe Técnico Fiscalizador Ambiental, documento que acreditaba graves hallazgos. Durante el periodo de reproducción entre el año 2016 y 2018, Cermaq Chile S.A superó el límite establecido por la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) de 3.500 toneladas, excediendo este total por 974 toneladas extras. Similares fueron los descubrimientos en el centro Punta Laura de la misma firma -ubicado en el borde costero del Seno Skyring- donde se superaron las 3.750 toneladas permitidas por otras 478 toneladas de salmón. 

El formulario de cargos, entregado por la SMA a la empresa el pasado mes de Mayo, acreditó que se asignaría a Felipe Concha como Fiscalizador Instructor del caso, quien en las conclusiones de los hechos especifica el peligro de la sobreproducción puesto que el alimento no consumido más las heces de los peces pueden “aumentar la cantidad de nitrógeno y fósforo de los sistemas acuáticos, disminuyendo el oxígeno disponible y generando la eutroficación del medio, estimulando la aparición de algunos organismos y la ausencia de otros, alterando gravemente los ecosistemas acuáticos”.

 Por dicha razón, ambas infracciones se califican como graves, pues como acredita también la Ley Orgánica de la Superintendencia de Medioambiente, todo acto que incumpla gravemente lo estipulado por la RCA podrá ser objeto de clausura o multa de 5.000 UTM. También se puede deducir que dichas amenazas quedan solo en eso y es prácticamente imposible que obliguen a industrias tan poderosas a dar un cierre total de sus centros.

Actualmente, y con el objetivo de evitar una multa millonaria, Cermaq Chile S.A solicitó un plazo para realizar los descargos a la SMA de la Región, la cual también entrega el salvavidas de presentar un Plan de Acción que permita -entre otras palabras- librarse de toda pena capital y lavar la imagen empresarial. 

Termino con la misma duda que se plantea en el Documental Estado Salmonero de Patagonia, ¿Cúal es el legado que desea dejar la industria salmonera en Chile?