Cada julio desde 2011 se celebra la campaña “Julio Sin Plástico”, una iniciativa mundial que tiene por objetivo evitar durante los 31 días del mes el consumo de plástico de un solo uso. Además, cada 3 de julio se celebra el Día Mundial Sin Bolsas Plásticas cuyo objetivo es concientizar a la población sobre el daño que generan y motivar a dejarlas a un lado. 

Chile es uno de los países que más basura genera en latinoamérica, pero también uno de los primeros en prohibir las bolsas plásticas de compras. Desde 2020 rige la ley “Chao Bolsas Plásticas” que impide que el comercio entregue o venda bolsas plásticas a sus clientes para el transporte de mercadería ¿Por qué es tan importante? ¿Qué sigue para seguir avanzando hacia un planeta con menos plástico? Aquí en Mar y Ciencia te contamos eso y mucho más.

Se estima que cada segundo se arrojan más de 200 kilos de plástico al océano. El 70% de este se va al fondo marino y el 15% se queda flotando. El plástico en el mar constituye un problema, la mayoría tarda entre 200 y hasta 800 años en degradarse, las bolsas de plástico en particular pueden tardar más de 100 años en hacerlo.

 

  • ¿Por qué la contaminación plástica es un problema?

El plástico no solo altera el paisaje, es uno de los problemas más graves que enfrenta el océano actualmente.  Muchas aves y animales marinos se enferman y mueren al comerlas por accidente, además, al degradarse, se convierten en pequeñas partículas invisibles, microplásticos, que ingresan al torrente sanguíneo. Diversos estudios muestran que estos minúsculos elementos ya forman parte de la cadena alimenticia de prácticamente todos los animales marinos, y por ende, también en nosotros, que en ocasiones nos alimentamos de ellos. Se calcula que 9 de cada 10 aves han consumido alguna vez plástico; que el 100% de las tortugas bebés tiene plástico en sus estómagos, y 1 de cada 3 peces para consumo humano contienen plástico. De acuerdo con la WWF, los humanos podríamos estar consumiendo en plástico lo equivalente a una tarjeta de crédito a la semana. 

Las bolsas de plástico, en particular, comúnmente están hechas de etileno u otros productos derivados del gas y del petróleo, y contienen gran cantidad de aditivos químicos, muchos de ellos tóxicos y peligrosos (por ejemplo el Bisfenol A). Lamentablemente no todas las bolsas, aunque tengan etiquetado de “biodegradables” son inocuas para el medio ambiente debido a que también tienen altas concentraciones de plástico.

Chile, es un país que genera mucha basura, se estima que cada persona genera 1,15 kilogramos de basura al día, el equivalente a 18,7 de toneladas anuales que son desechadas en vertederos o rellenos sanitarios. Es por ello, que es urgente reorientar nuestras prácticas y  líneas productivas para revertir esta cifra. 

  • ¿Cómo revertimos esta situación?

Es importante que sumemos acciones individuales a políticas públicas que apunten a la disminución y eliminación de los plásticos de un solo uso. Chile ha tenido un importante avance, ya que en 2020 se prohibió por ley la entrega de bolsas plásticas por parte del comercio, ahora es imposible no andar con una bolsa de tela o reutilizable al ir a comprar, pero podemos hacer mucho más. 

Es urgente avanzar hacia la eliminación de cubiertos plásticos, bombillas y envases de plumavit, pues son elementos que ni siquiera se pueden reciclar. Según indica la Asociación de Plástico de Chile, solo el 8% de plástico fabricado se puede reciclar ¿Qué hacemos entonces con él más de 90%  para que no vaya a dar a vertederos o al océano? Avanzar hacia la eliminación de  esas bolsas que usamos en un par de minutos, es un paso, pero también debemos mirar las que se  usan para envolver productos frescos como carne, pescado, fruta o distintos tipos de alimentos. Es cosa de dar una vuelta en el supermercado y darnos cuenta que, ¡Todo tiene plástico! También los cosméticos, la ropa, los productos de aseo y un gran etcétera. 

En 1950 comenzó la producción de plástico de forma masiva, y desde entonces se calcula que se han fabricado unas 3,3 millones de toneladas, lo cual equivale al paso de 1000 millones de elefantes o 50 millones de ballenas azules. Además, desde los años 80 ‘s se ha incrementado la producción de plástico en un 500%, este material constituye entre el 80% y 90% de la contaminación de los océanos. 

Las piezas de plástico van a dar desde los vertederos a los desagües y luego a los ríos, allí, siguen su camino hasta el océano. Gran parte del material ni siquiera es visible a simple vista pues se acumula en el fondo  marino o en forma de microplásticos. 

Si el impacto que esto tiene en el ecosistema, la vida marina y los seres humanos es potencialmente irreversible ¿Qué podemos hacer? Te instamos a conocer más sobre el estilo de vida “Cero residuos” o “Basura Cero”. En la naturaleza la basura no existe, puesto que todo desecho siempre pasa a ser nutriente para otro proceso. Si tan solo el 8% de la basura plástica se recicla en Chile, el llamado es a decirle NO a los plásticos de un solo uso y preguntarte ¿Realmente lo necesito? ¿Tengo otras opciones?,  luego puedes seguir las siguiente R ‘s:  reducir; reutilizar, reparar y llevar contigo reutilizables, reciclar, preferiblemente latas, vidrio y cartón y compostar (en inglés Rot).  Así, contrario al modelo lineal de manufactura actual, en que usamos algo para luego desecharlo, podemos pasar a un modelo circular, para que vuelva a servir para otro proceso. Es una manera sencilla de cambiar tus hábitos y contribuir a la conservación del océano.