La empresa salmonera Australis Seafood se encuentra enfrentando una serie de cargos en su contra producto de sobreproducción en sus fábricas que superarían los volúmenes autorizados por la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA). Esta situación se da en el marco de una autodenuncia de la empresa en noviembre de 2022, en la que se acusó que en 33 de sus centros de cultivo se registró una sobreproducción de hasta el 80% en Aysén y Magallanes.
La SMA realizó una serie de resoluciones judiciales directamente sobre Australis, imponiendo multas a la empresa por superar el máximo de volúmenes autorizados por la Resolución de Calificación Ambiental (RCA). Las multas acumuladas por la empresa suman las 73.000 UTA, equivalente a US$68 millones o $54.700 millones. Sin embargo, el ingreso puede aumentar en base a nuevas formulaciones contra otros centros de cultivo.
La autodenuncia de la empresa podría otorgarle un beneficio de exención o rebaja de las multas dependiendo del contexto en el que se realice y la investigación. La situación se vuelve más compleja debido a que Australis fue vendida a sus actuales dueños en 2019 en US$921 millones, y estos acusan ocultamiento de información clave dentro de la negociación.
La controversia ha generado una trama millonaria que atraviesa la salmonera Australis, comprada por el grupo chino Joyvo en 2019. Los titulares chinos pedirán la devolución de su inversión y compensaciones millonarias, ya que denuncian a su dueño anterior, el empresario chileno Isidoro Quiroga, de ocultar información sobre infracciones ambientales al momento de la compra.
Australis atraviesa cinco procesos sancionatorios de la SMA por exceder los límites de producción de salmones, todos ellos relacionados con sucesos ocurridos cuando Quiroga aún era dueño de la empresa. Mientras el grupo chino sostiene que los sucesos de sobreproducción no fueron informados como contingencias durante la auditoría previa a la compra, Isidoro Quiroga sostiene que el grupo chino tuvo toda la información desde el inicio y que está incurriendo en “injurias” debido a los problemas financieros que atraviesa la salmonera.
La controversia se dirimirá en un proceso de arbitraje en el que el grupo chino podría solicitar que se devuelva su inversión y compensaciones millonarias adicionales. Además, se querellarán contra el empresario y otros ex ejecutivos por el delito de “administración desleal”. Según el gerente general actual de la compañía, desde la compañía tienen correos en que ejecutivos de la época planearon cómo ocultar la sobreproducción por encima de la norma, lo que se trataba de “prácticas anómalas, planificadas y sistemáticas en contra del cumplimiento de la normativa ambiental”.